martes, 23 de enero de 2018

Rocío Olmedo.

"LAS FLAMENCAS DE MURILLO"


El año Murillo se vivió también en la pasarela We Love Flamenco. La diseñadora sevillana Rocío Olmedo se inspira en las pinturas de este genial pintor de nuestra ciudad para crear una colección muy completa en todos los aspectos.


Las flamencas de Murillo se caracterizan por sus figuras estilizadas y fluidas gracias, sobre todo, a las telas empleadas en los diseños, que van desde las gasas y el algodón al satén. Los volantes bajos en vestidos de nesgas abiertas contribuyen también a dar un maravilloso efecto clásico y un aire vintage que nunca fallan. Decíamos que la colección era muy completa porque en ella encontramos no sólo vestidos años setenta, sino también vestidos de altos talles y volantes amplios o muy pequeños, perfectos para cualquier ocasión. Debemos reseñar también la importancia que adquieren en los diseños el juego entre los volantes y los espacios. Volantes que aparecen marcando la cintura y que encontramos de nuevo al final del vestido, ya sean amplios o midi. Las mangas merecen especial atención, porque como dice la propia diseñadora: “La manga en el vestido ha de ser importante” y éstas se alejan de la manga larga clásica sin abandonarla, pero reavivándola, degradando volantes, poniendo volúmenes. Las camisas y las faldas también tienen un hueco. En ellas hace un tratamiento lleno de finura y distinción tanto del color como de los volantes. Las camisas y las faldas también tienen un hueco. En ellas hace un tratamiento lleno de finura y distinción tanto del color como de los volantes.




Renovada, con nuevas ideas, pero fiel a su estilo. De hecho, para los apasionados de la moda flamenca es fácil reconocer el sello de Rocío Olmedo en los trajes. Quizás la paleta de colores elegida es uno de esos elementos que conforman ese sello; los ocres, los azulados, los rosas, indispensables rojo y negro o el blanco. Los tejidos lisos son fundamentales en sus colecciones, pero sin renunciar a los lunares mini, ni a unos elegantes estampados florales en este caso. Los adornos rematando los volantes se ausentan, también un rasgo muy característico de la diseñadora, pero se compensa con la calidad y la expresividad de los tejidos. En cambio, una pieza fundamental en los looks suele ser el mantoncillo, generalmente bordado, marcando la cintura y que se combina a la perfección con la disposición de volantes y espacios. Un elemento fundamental que armoniza unos diseños entre lo barroco y lo romántico.









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