miércoles, 1 de abril de 2020

Una flamenca sin perder el horizonte


Después de que se hayan celebrado pasarelas de moda flamenca en numerosas provincias de nuestra comunidad y habiendo tenido la suerte de que dos de las más importantes se celebren en nuestra ciudad, nos paramos a analizar qué hemos visto este año en las pasarelas y si eso realmente es moda flamenca o, por el contrario, estamos en una época en la que la flamenca se desvirtúa cada vez más y con el factor innovación va perdiendo su esencia.

No debemos olvidar que el origen del traje de flamenca se remonta a la bata de faena de campesinas y gitanas que iban con los tratantes a la feria del ganado. Faldas y batas con volantes, bordados y colores. Este atuendo fue evolucionando hasta convertirse en un referente de la cultura española, allá por los años 1930.

Desde nuestro punto de vista, creemos que en los últimos años la flamenca de pasarela está cada vez más desvirtuada. Los que nos dedicamos al diseño tenemos que innovar, en ocasiones debemos arriesgar, pero tampoco debemos perder el norte. Somos conscientes de que este es el único traje regional de España que se renueva según la moda, pero no podemos permitir que pierda su esencia.


A partir de aquí compartimos con vosotros algunas cuestiones que nos planteamos a raíz de lo que nos ha ofrecido la temporada flamenca 2020:

¿Qué es innovación?

Podemos apostar por un patrón elaborado, por unas mangas con volumen, por un tejido sofisticado, por un escote novedoso, pero no podemos mezclarlo todo y obtener de ello un diseño con infinitos metros de tela para las enaguas, con una disposición vertiginosa de volantes en el cuerpo o un nacimiento de vuelo sin identificar, con unas mangas voluminosas de un tejido distinto al del resto del traje, un escote que no se sabe muy bien dónde nace y dónde muere, aplicaciones, flecos, pedrerías, mezcla de tejidos, chaquetas o cazadoras sobre los trajes. Este resultado final puede parecer, en el mejor de los casos, algo cercano a un traje de fiesta. En la mayoría de las ocasiones, un disfraz o una burla al traje de flamenca más que una nueva versión de este.

No todo vale. No podemos confundir un traje de flamenca con vestidos de noche, fiesta o prendas de inspiración flamenca pensada para grandes ocasiones.

¿La flamenca de pasarela es una flamenca real?

Antes el público diferenciaba entre trajes de pasarela y trajes de calle, pero hoy en día un diseñador puede hacer de su pasarela o presentación de colección un espectáculo de moda flamenca y otros en cambio deciden seguir siendo fiel a los diseños tradicionales e innovar en en detalles, tejidos, colores, etc. Ambas propuestas son plenamente válidas, pero debemos saber qué es apropiado en cada ocasión.


La esencia versus el exceso.

Para nosotros la premisa “menos es más” es básica y constante en nuestros diseños. Reconocemos que cuando nos ponemos a crear y a diseñar son numerosas las nuevas ideas que bombardean nuestra cabeza, pero hay una serie de principios básicos que no pueden faltar en un traje de flamenca.

Apostamos por renovar el traje de flamenca con tejidos especiales, nuevos cortes o estampados, pero eligiendo uno de estos aspectos en cada diseño.

Este es nuestro balance de lo que hemos podido ver en las pasarelas. Cierto es que la moda flamenca es tan extensa y variada que ofrece múltiples interpretaciones y, tal vez, eso es lo que la hace tan maravillosa. Esta es la nuestra. Ahora solo nos queda esperar a la tardía primavera de este año y disfrutarla con un diseño que nos favorezca.





Fotos: Sevilla.abc..es