miércoles, 24 de febrero de 2016

Consejos para ser una flamenca ye-yé.

Aún no ha florecido el azahar, todavía no es primavera, pero el calendario este año tiene prisa y nos obliga a empezar a definir nuestros looks para la próxima feria. Por eso a continuación os dejo una serie de consejos a tener en cuenta para ser una auténtica flamenca ye-yé y deslumbrar a todos allá por donde vayamos.

La flor en su sitio.

Y ahora nos preguntaremos; ¿cuál es su sitio?
En esto como en los trajes parece que influyen las tendencias de cada temporada. Tradicionalmente colocábamos las flores en un lugar privilegiado de nuestra cabeza, coronándola o bien a un lado por debajo de nuestra oreja. En mi opinión esta segunda opción queda descartada, creo que el sitio ideal para colocarse la flor es arriba, bien centrada. De este modo acertamos con total seguridad y le damos a nuestra flor el protagonismo que requiere.

Foto: Florsali.

¿Flor o ramillete?.

En este asunto también juegan un papel fundamental las tendencias y las propuestas con mayor aceptación cada temporada. En los últimos años los ramilletes han ido desplazando a la tradicional flor de flamenca. Incluso se deja ver todo tipo de complementos florales más elaborados y que están a medio camino entre el ramillete y el tocado para la boda de tu mejor amiga.
Lo mejor es apostar por una buena flor o si decidimos arriesgar, optar por varias flores bien coordinadas en un ramillete, pero hacerlo siempre con moderación para evitar así acabar convertidas en copias de la genialísima pintora y poetisa mexicana Frida Kahlo.


Prohibido el pelo suelto.

Vestirse de flamenca y llevar el pelo suelto son cosas totalmente incompatibles. Perdón, esto sólo le está permitido a María del Monte, pero porque ella es “la reina de las sevillanas”. El resto de las mortales tendremos que elegir entre una coca, una trenza o la tradicional cola. Los recogidos de peluquería no son una mala opción, si son sencillos y discretos, nuevamente debemos recordar que vamos a la feria no a una boda.


Nunca nos preocuparemos de dónde guardar las gafas de sol porque no las necesitamos.

No importa cuánto sol haga y si te deslumbra, sonríe. Las gafas de sol no son un complemento más de tu traje de flamenca. Recuerda siempre que Martirio sólo hay una.


Maquillaje, el justo y necesario.

Sombra aquí y sombra allá, modérate. Cuando hablamos de moderación nos referimos a una base natural y unos colores que aviven nuestro rostro. Además debemos prestar atención a ojos y labios adecuando nuestro maquillaje al momento en que vamos a disfrutar de la feria, es decir; al día o la noche, pero siempre evitando el exceso.



El mantoncillo va sobre los hombros.

El mantoncillo es un básico, nunca pasa de moda y siempre es un acierto. Desde hace unos años han cobrado protagonismo los flecos en el escote. Pueden ser espectaculares y dar el toque perfecto a nuestro vestido, pero ahí está la cuestión; el vestido. No a todos los vestidos les sienta bien. Otra cuestión es la de no usar ni uno, ni otros. Aquí también son imprescindibles las características del vestido. Puedes permitirte salir vestida de flamenca sin mantoncillo ni flecos cuando tu vestido es lo suficientemente sofisticado para ello. Debemos mencionar que si optamos por el mantoncillo, sólo hay una manera ideal de llevarlo; sobre los hombros y sujeto a la altura del ombligo. Ni como si de una bufanda se tratara, ni como un fajín anudado a la cintura, ni otras formas posibles.


Atención a los complementos.

Los complementos de un traje de flamenca son os que son y si los eliges bien, no te hacen falta más. Creo que con unos pendientes monos y discretos (el aro clásico es infalible) y unos peinecillos no demasiado grandes y bien colocados es más que suficiente. Los collares y las pulseras los reservaremos para cuando tengamos que vestir a nuestra hija la primera vez que la llevemos a la feria. Y lucir auténticas obras de joyería será acertado dependiendo de la ocasión y si nuestro traje nos lo permite. Todo lo demás sobra.


Foto: Con acento artesano.

El dilema de los zapatos.

Este tema ya lo hemos tratado anteriormente en el post ¡Ay, qué flamenco mi zapatero!. Tras hacer un breve repaso de los distintos estilos de zapatos que podíamos usar con nuestro traje de flamenca, llegamos a la conclusión de que la opción más adecuada es llevar siempre unos estupendos zapatos de salón coordinados con nuestro traje.


Foto: Manolo Blahnik.