Sí, lo confieso, hay dos cosas que me apasionan, una ya la veis y la otra son los zapatos. Si además éstos son planos, caigo rendida a mis pies. Es que mi debilidad por un zapato es directamente proporcional a la escasez de tacón. Soy de las que piensan que un zapato plano es elegante, que puedo ir perfectamente arreglada con una bailarina. Pero no voy a exponer aquí mis gustos en cuestión de calzados, simplemente opinaré sobre qué zapatos me parecen más adecuados a la hora de vestirnos de flamenca.
Foto: Manolo Blahnik.
Es fácil decantarse por el traje de flamenca y los complementos que queremos lucir en cada ocasión. El dilema aparece cuando hay que vestir nuestros pies. Para ésto tratamos habitualmente de aunar comodidad y decoro, es decir, que nuestros zapatos vayan bien con nuestro vestido y con el sitio donde nos vamos a desenvolver. Puede parecer un detalle perceptible, pero que hay que cuidar para no deslucir nuestro look.
Tal vez no soy la persona más indicada para dar consejos acerca de esta maravillosa prenda, puesto que reconozco que tengo un gusto muy particular a la hora de elegir con qué piso la calle. Hay quién se atreve a decir que mis zapatos son ordinarios. Yo pienso que se quedan cortos, porque mis zapatos son extraordinarios.
Foto: Pretty Ballerinas.
En cuanto a zapatos y trajes de flamenca, seguramente habrá expertos en moda y gente de a pie que coincidan con mis preferencias. A otros les parecerá desacertada, kitsch y hasta hortera, pero como es mi blog pongo lo que pienso, ¡ea!.
Para empezar no es lo mismo ir a la feria que a una romería. De igual modo que hay trajes para lucir por el real y trajes para caminos, también el calzado es distinto. Por lo tanto, hay que descartar los botos camperos, si lo que vas a pisar no es arena sino albero.
Es habitual recurrir a las típicas cuñas de esparto, no son una mala opción respecto a comodidad, pero se me ocurren otras mejores.
Lo de las bailarinas más viejas de tu armario está bien a cierta edad, cuando el mayor interés de la feria reside en la calle del Infierno.
El zapato con plataforma y el Peep toe (zapato de punta abierta) se han ido ganando un hueco en las estanterías. No soy partidaria de plataformas en ninguna de sus posibilidades, aunque pueden estar bien para salir en otras ocasiones, no lo veo acertado cuando vas vestida de flamenca. No me parecen estéticas en el pie y tampoco facilitan el andar. Bueno, puede que saber andar o no en tacones sea cuestión aparte (afortunadamente hay maravillosos zapatos planos para elegir).
Otra opción a valorar son las sandalias, que son ademas un producto de temporada, por así decirlo. Pues bien, aunque hay sandalias joya que son casi monumentos y sandalias con todo tipo de características, creo que podemos decantarnos por ellas si nuestro vestido de flamenca nos lo pone fácil. En mi opinión este tipo de calzado iría bien con vestidos que terminan a media pierna, nos permiten ensañar tobillos y por supuesto sandalias.
Para finalizar, si vas a la feria a lo que hay que ir, es decir; a disfrutar con los amigos de los días de primavera que en nuestra ciudad son una auténtica gozada, creo que la mejor opción y con lo que siempre aciertas es calzándote unos estupendos zapatos de salón en un color que le vaya bien a tu vestido (la altura ya es decisión personal).
A partir de ahí canta, baila, ríe y pisa fuerte, la feria es tuya.
Foto: Manolo Blahnik.